Hoy es Viernes, y como por fin sale el sol después de haber estado lloviendo toda la mañana, me he decidido a salir a la calle para sentir el ambiente de nuestro Madrid, que verdaderamente ya huele a Otoño. No sabes cómo me gustaría que estuvieras conmigo, apreciado lector, y que pudiéramos contemplar juntos lo que hoy percibo y respiro en el ambiente y que tantas emociones me despierta …
Mientras bajo la calle de Alcalá por la acera de la derecha desde Príncipe de Vergara, siento en mi cara un fresco olor a limpio. Es de esa clase de aire que te hace ilusión respirar después de haber estado un sinfín de días sin llover … Al volver a inspirar profundamente, siento como si al llenarse mis pulmones, la sangre corriera con más vida por mi cuerpo … Me he parado para esperar al semáforo, y al volver la vista hacia la izquierda, la apasionante imagen de un grupo de castaños de indias asomando con sus copas rojizas iluminadas por los rayos del sol, me ha dejado sin palabras … Tanto que no me ha importado dejar que el semáforo se cerrase y esperar a que volviera a ponerse verde …
Cuando por fin he cruzado, me he decidido a entrar en el parque del Retiro por la entrada de la Puerta de Alcalá, que está cerca de donde están los castaños que he visto desde el semáforo. Justo en la entrada de éste parque, dos grandes columnas atestadas de flores blancas alegran la vista y el olfato como si nos dieran la bienvenida a todos los que entramos… Tengo que tener cuidado de no estropearme los zapatos con los pequeños charcos … Esos simpáticas acumulaciones de agua que te “dan un premio” si no estás atenta dejándote un bonito recuerdo en la ropa …
Una vez dentro, siento que el aire ha despertado un sinfín de aromas naturales de lo más agradable … La humedad ha reavivado el aroma de los aceites esenciales de plantas y árboles, y huele tan bien que no te lo puedo describir … Es como si la naturaleza se hubiera concentrado toda en éste jardín en medio de la ciudad. Tanta belleza me ha hecho sonreír, y siento que mi paso comienza a ser más lento, y una expresión de paz y alegría inundan mi cara…
Continúo paseando alrededor del estanque, que refleja en su agua algunos rayos del sol. Tan pronto dejo a un lado el estanque, continúo paseando por una zona que está llena de arbustos y diferentes árboles. De repente he visto con un Tilo que, con sus hojas amarillentas forma un contraste precioso con el rojizo de las hojas del Liquidambar. La luz es tan cálida y transparente que he decidido sentarme en un banco a descansar y a contemplar … En ésta parte, el intenso olor se mezcla también con el del césped húmedo. Se está tan bien que, vuelvo a sentir que no estés para que lo puedas disfrutar tú también…
Sigo andando con la idea de llegar al “Palacio de Cristal”, cuya foto verás en la parte de arriba de ésta entrada. Me entusiasma el rojizo de las ramas de los Cipréses calvos que salen del agua, que unido al intenso olor a naturaleza, me han hecho desear sentarme en unas escaleras que hay junto al geiser y disfrutar del ambiente con la idea de guardarlo en mi memoria y echar mano de ese recuerdo en los momentos en los que la prisa y el exceso de tareas para hacer se apoderen de mí …
Y es que ¡Madrid huele ya a Otoño! Espero no haberte aburrido mucho con ésta entrada. Si te ha gustado, te animo a compartirlo con tus amigos a través de las Redes Sociales. Te he puesto un apartado “RSS Entradas” por si deseas recibirlas de forma automática. También puedes dejarme un comentario o consulta, pues seguro te respondo. ¡Un abrazo y hasta la semana que viene!
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Fuentes de las fotografías: Fotografía de ésta entrada: fotogo.com
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